En estos días que vivimos tan rápidos y con tantos cambios,
apenas si nos damos cuenta de vivir. Mientras tanto la gente muere a nuestro alrededor y nosotros seguimos el mismo ritmo de vida a pesar de todos los avisos que recibimos diariamente. Nuevamente cambiamos la mirada, nuestra mente salta a otro tema y
"continuamos la vida" sin querer enterarnos de nada! Para aprender a disfrutar cada segundo de vida, deseo, una vez más, hablarte de "transformación", o, tambien llamada "muerte" y así
perderle el miedo, ya que no sabemos donde está el momento final.
La muerte es un umbral,
un paso que nos lleva al otro lado,
donde todo es luz, donde todo es paz y amor. No son cuentos de hadas, es una afirmación.
La gente que ha tenido una experiencia cercana a la muerte (ECM) sabe que es así y han regresado y nos lo han contado. Cuando digo “nos” me refiero a todos los terapeutas que acompañamos en estos procesos.
Desde hace un tiempo mi percepción se ha ampliado y oigo y percibo a los que no están ya con nosotros.
Sus mensajes son siempre los mismos: Diles que estoy bien, que les quiero. Todas las personas perceptivas, sensibles, médium honestos y los que han vivido una ECM,
saben que la muerte no es tan terrible como los seres humanos estamos acostumbrados a pintarla o a escucharla. Según los budistas hay un proceso corto en el que los cuatro elementos, que componen todo lo que vive sobre este planeta, se ordenan para dejar el cuerpo que habitaban, y efectivamente es así, lo he comprobado.
El proceso de muerte que describen sucede del siguiente modo:
Elemento Tierra: muerte de los órganos del cuerpo, dejan de funcionar.
Elemento Agua: se sueltan los fluidos corporales.
Elemento Aire: se producen las tres últimas respiraciones.
Elemento Fuego: pérdida de la temperatura del cuerpo y enfriamiento del mismo.Si observas a un animal a punto de morir podrás ver estas cuatro fases perfectamente. Sucede lo mismo con las personas. El tiempo que transcurre depende de las circunstancias de la muerte.
Luego, como dice Elizabeth Kûbler-Ross, la mariposa deja el capullo que la envolvía. Nuestro cuerpo es el traje. Lo verdaderamente importante es el
espíritu, nuestra alma. No traemos nada material a esta vida, no nos llevamos nada material.
Tan sólo nos llevamos lecciones aprendidas o recordadas y experiencia, porque dependiendo como hayamos vivido eso nos acompañará, será lo único que permanecerá con nosotros. A las personas que hasta el momento he ayudado,
saber que sus seres queridos están bien, que les envían amor y que desde el otro lado cuidan de ellos, les deja el corazón en paz. Porque en muchas ocasiones son muertes trágicas y muy dolorosas para los que se quedan aquí. Estoy hablando de muertes por suicidio, por asesinato o por accidente. Parece como si tuviéramos un poco más asumidas, tan sólo un poco, las muertes por enfermedad. En el caso de las muertes por suicidio o accidente la familia se queda con una angustiosa pregunta: ¿Por qué? Para qué?
En marzo escribí
un testimonio que te invito a leer, y si lo has hecho, te lo recuerdo...
hoy nos estamos "muriendo" sin morir... y lo dejamos pasar como un hecho más; o estamos evadiendo, haciéndonos los lesos o simplemente no nos importa...que es lo peor para cuando llega el momento. Sé y entiendo que evitas esto, sin embargo te recuerdo que a tí tambien te sucederá y es mejor prepararse...enterarse aunque sea un mínimo.
Un dato importante, cuando estés frente a un muerto, dí lo mejor que recuerdes de él, libéralo con mensajes positivos, por qué? - me preguntarás - porque
la AUDICION es lo último que se pierde,
y los mensajes que puedas darle soltará lazos necesarios para su partida. Palabras como:
" vete en paz, aquí ya todo empezará a arreglarse, te extrañaremos..", "todos estamos bien, es sólo dolor que pasará, ahora vete en paz, siempre permanecerás con nosotros..." etc...
De cualquier modo, es esencial rezar por los que se han ido, cada uno a su modo y enviarles luz y pedir que abran el camino de luz para ellos. Mientras, aquí en la tierra, disfruten de cada segundo de vida y pidan, pongan luz en sus corazones para que todo lo bueno salga de vuestro interior, se multiplique y se expanda a todos los rincones.
Gracias Maribel Cid Miranda, desde Ávila, por este artículo, que me compartieron.
Reconciliemos Vida y Muerte, ambas son parte nuestra!