viernes, noviembre 19, 2010

MAS VIDA


...Incluso después de la muerte, seguimos viviendo…

"Todos estamos en proceso de despertar, renaciendo para poder morir a cada momento, superando nuestros miedos, nuestro aislamiento. La ilusión de la separatividad muere y deja al descubierto lo imperecedero de nuestra naturaleza fundamental".

Stephen Levine

Recuerdo el fallecimiento de mis padres. Él solía decir que moriría mientras dormía, y así fue. Con mamá fue diferente. Falleció un año antes que papá. Un lunes tuvo un cuadro de un paro respiratorio, de inmediato a un centro médico, y allí permaneció hasta el viernes, fecha que decidió partir. Tuvo cuatro días….la vida otorga esos regalos, cuatro días que tuvo para prepararse y arreglar cosas pendientes, consigo misma.

Los 4 hijos pudimos conversar en plena lucidez con ella esos días, decirle que se fuera en paz, que todo estaba bien y que contaba con nosotros para ello…. El hecho de vernos ahí, conversarle, reír, estar junto a ella, fue fundamental. Sé lo importante que fue - para papá y mamá- estar allí juntos, y a veces solamente escuchando. Vivimos el momento, que es lo único que tenemos.

Y así fue. Su cara reflejaba mucha paz y como nunca, ella resplandecía…..

Una y otra vez vuelvo al budismo, Stephen Levine a quien admiro profundamente, que ha acompañado a tanta gente en su tramo final de vida dice que no hay nada que ocultar ni suprimir, lo importante es abrirnos de instante en instante al próximo momento sin aferrarnos a nada, tomar contacto con ese espacio de amplitud primordial donde todo transcurre. No es acaso eso lo que tratamos de hacer todos los días? o sea que una manera de prepararse para bien morir es vivir … desde la mente espaciosa y el corazón abierto , aunque a veces se nos haga tan difícil.

Nadie nos enseña a tomar a la muerte como parte natural de la vida, no está en nuestra cultura celebrar la partida de alguien, verlo como un proceso, como parte de un camino que continua en otro lugar, sin confusión.

Solo algunos tomamos la resolución de hacerla parte de nuestra indagación y nuestro sentir, sin embargo, para la mayoría, sobre todo nuestros mayores, es motivo de tanto sufrimiento, o de algo de lo que mejor no hablar.

Es lo que hay que cambiar... comencemos con nosotros mismos...