Caín y Abel se detuvieron junto a la orilla del inmenso lago. Jamás habían visto nada semejante. –Ahí dentro hay alguien –dijo Abel, sin entender que lo que veía no era más que su reflejo en el agua. Caín reparó en lo mismo y levantó su bastón. La imagen hizo lo propio. Caín se preparó para el golpe; su imagen, también. Abel contemplaba la superficie del agua. Sonrió, y la imagen sonrió. Soltó una buena carcajada, y vio que el otro lo imitaba. Cuando se fueron de allí, Caín pensaba: «Qué agresivos son los que viven en ese lugar». Y Abel se decía para sus adentros: «Quiero volver allí, porque he encontrado a alguien hermoso y con sentido del humor».
Extracto de la revistaXLSemanal
Navegando por Internet me encontré con esta historia de la Biblia que me hizo reflexionar y te comparto mi punto de vista. Hoy día nos encontramos con situaciones similares tanto a nivel personal, familiar y profesional y no entendemos el por qué las personas tienen diferentes reacciones ante un mismo hecho.
Cada ser humano es único, y lo demuestra con su única forma de pensamiento, sensaciones y emociones. Nuestro primer y más importante filtro son nuestros sentidos, la vista, la audición, el olfato/gustación y sensaciones que percibe nuestro cuerpo.
Cada uno de nosotros nos vamos formando como seres sociales, en un comienzo, de acuerdo al entorno en que vamos creciendo: primero con la familia, los primeros amigos, vecindario. Luego la formación escolar que deja también una huella en nosotros y en cada uno de estos espacios nuestro cerebro va recibiendo mensajes que “programamos” y nos forman una estructura, inconcientemente. En este transcurso aparece la inquietud del SER ESPIRITUAL que somos y que nos diferencia de las otras especies vivientes, el cual a medida que avanzamos nos va exigiendo a cada uno, respuestas a interrogantes esenciales como quien soy? por qué estamos aquí?, y en el sentido básico de mí mismo, mis valores principales y misión en la vida… y así es como vamos construyendo determinadas conductas como también nuestras creencias y/o valores.
Publiqué el 15 de agosto pasado algo que tiene directa relación con este texto:
Cuando cambias tus pensamientos
Tú cambias tus creencias.
Cuando cambias tus creencias
Tú cambias tus expectativas.
Cuando cambias tus expectativas
Tú cambias tus actitudes.
Cuando cambias tus actitudes,Tú cambias tus conductas.
Cuando cambias tus conductas Tú cambias tu comportamiento.
Cuando cambias tu comportamiento
Tú cambias tu vida.
"La vida y la muerte, la noche y el día, inspirar, expirar, nacer, vivir y morir… es el curso natural de las cosas y yo, soy parte de ello".
"La vida y la muerte, la noche y el día, inspirar, expirar, nacer, vivir y morir… es el curso natural de las cosas y yo, soy parte de ello".