sábado, septiembre 25, 2010

CONEXION



NINGÚN HOMBRE ES UNA ISLA


Nadie es una isla completa por si mismo; todo hombre es una parte del continente, una parte del conjunto.
Si el mar se llevara una porción de tierra, Europa quedaría reducida, igual que quedaría un promontorio, la casa de uno de tus amigos o la tuya propia.

La muerte de cualquier persona me empequeñece porque estoy unido a la humanidad.

P
or eso nunca preguntes por quién doblan las campanas: doblan por ti!

John Donne
meditacion XVII(1624)

sábado, septiembre 11, 2010

MAS JODOROWSKY

EL PLACER DE PENSAR












Alejandro Jodorowsky: Me gustaría no sólo ver a pequeños grupos de jóvenes, sino a todos los ciudadanos del mundo manifestando contra las industrias nocivas que dañan nuestra salud y la salud del planeta.

Hace treinta años, en Londres, un señor que fue marino durante la
segunda guerra mundial, me contó esta anécdota:

En el puerto, un gusano trepó al barco y tejió su capullo. Nadie lo
notó. Zarparon. Los días, en el desierto oceánico, se sucedían
aburridos y grises, hilados por un monocorde olor salino. De pronto,
en la infinita desolación, apareció una mariposa, agitando sus
aterciopeladas alas entre los implacables cañones. Todos cesaron sus
labores para vitorear al insecto. Pero las expresiones de alegría,
poco a poco se fueron transformando en un silencio triste. Se habían
dado cuenta que el animalillo estaba condenado a morir por falta de
alimento. El revoloteo no era una danza eufórica sino desesperados
aletazos de hambre. El cocinero corrió a la despensa para volver con
un montón de azúcar. Otro aportó un trébol seco. Alguno hizo una flor
con miga de pan. La mariposa, pegada a la lona de un bote salvavidas,
como si posarse ahí expresara el deseo de todos los soldados por
volver a sus hogares, agonizó lentamente. Cuando murió, la envolvieron
en una pequeña bandera de seda y al son de una trompeta militar, le
rindieron honores póstumos. Un marino, con la garganta apretada por el
dolor, pronunció el sermón: “Ya sabemos que morir es nuestro destino,
que nada de lo que hay en la Creación dejará de perecer, mas no nos
entristece la muerte de esta mariposa, sino el hecho de que nunca
conoció una flor.
También estamos tristes por nosotros mismos porque podemos ser exterminados antes de cumplir aquello para lo que nuestros cuerpos están programados: el goce intenso de un planeta que debería ser un paraíso. Desde que nacemos, nos encontramos en un navío sórdido navegando a través del desierto. Ya ningún ser humano nace en la felicidad que le corresponde. Hemos estado en guerra contra la naturaleza y lo hemos arruinado todo. Nuestros hijos llegarán en medio del hambre, la erosión y la violencia, como mariposas condenadas a nunca encontrar el alimento que les corresponde. ¿Por qué tenemos que irnos de este mundo con hambre y sed de amor?”.
Arrojaron la mariposa al mar como si fuese un compañero caído en la
batalla…


Cierto es que he contado esta historia en forma literaria, pero lo puedo asegurar, sucedió realmente. El caballero londinense,como todo inglés, contuvo su emoción, pero noté que sus ojos se humedecían más de lo normal.
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Cada instante que pasa es una nueva oportunidad, entonces mira a los ojos de las personas, diles cuánto las quieres , demuestra este gesto y levanta tu frente cuando camines....será tu alimento para poder volar....






viernes, septiembre 03, 2010

EN LA NOCHE OSCURA

DEL ALMA....





En el proceso del "despertar de la conciencia", ó "darte cuenta conscientemente", como en todas las iniciaciones, pasamos por lo que algunos llaman, la noche oscura del alma, o lo que en mi caso llamaría, atravesar un desierto; como sea que lo llamemos, hemos dado un "salto al vacío". En este punto, sólo nos queda aferrarnos a nuestro centro, mantener el norte, aunque no sepamos cómo dirigirnos hacia él, y a pesar de nuestra angustia, dudas y miedos, sólo queda entregarse... morir a nuestros viejos esquemas, para así permitir el florecimiento de lo nuevo; al igual que en los procedimiento alquímicos para que se dé la trasmutación del metal, primero ha de pasar por la putrefacción. Pero, ¿cómo morir concientemente?, ¿cómo entregarnos?, ha de ser desde el corazón! Sin embargo cómo llegar hasta él!.

Se nos ha enseñado el camino de la mente
, y el del corazón?, entre más "pensemos" más nos perdemos, quedando presos de nuestros miedos, a merced de la inercia, que intenta llevarnos a nuestro estado anterior "más cómodo, conocido y aparentemente seguro", entonces se desata una lucha interior, hay que dar el paso y no sabemos cómo, al final tras nadar en contra de la corriente estamos agotados; el morir-renacer desde el corazón, es por el contrario un proceso fácil, no implica lucha sólo entrega..., no es resistencia, es flexibilidad...

Hace falta mirarnos en nuestra justa dimensión, re-conocernos en nuestro dolor, sincerarnos con humildad y responsabilidad (que es amor), permitir el desintegrarnos, llorar lo que sea necesario y sobretodo, confiar, el fuego del dolor a la luz del amor es la alquimia de la conciencia...
Entonces con humildad "pido" , me "re-conozco", hago mi dolor "verbo" y así al pedir me alineo con el alma, o lo que es lo mismo, puedo emitir y recibir; al "re-conocerme" es decir, mirarme con sinceridad y humildad, dejando a un lado el ego, activo mi visión interior a la luz de la sinceridad que es verdad, y que parte de la mirada de un corazón humilde, con responsabilidad, que es el reconocimiento vivo del propio ser, entro en el caudal de la energía, de amor- sabiduría, la luz del alma, consiguiendo llegar al lenguaje del corazón que es amor; al hacerlo "verbo" implico concientemente la energía de la inteligencia activa de la humanidad, como el relato del génesis, para el proceso de creación (nacimiento) se necesita del verbo "...y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros...".
Sólo nos queda "confiar", es decir volver al corazón, la confianza es intuición verdadera que nace de un corazón sereno.
Por este medio descubriremos nuestra llama interna que ilumina "la noche oscura", que es agua viva para atravesar el desierto, entonces ya no caemos más al vacío, ahora podemos volar!

El acero se ha templado al fuego del dolor para aportar nuestra propia nota a la sinfonía de la vida.

Texto publicado en el 2004, y hoy muy vigente, nuevamente....