miércoles, mayo 30, 2007

PARA MORIR BIENAVENTURADO A VIVIR...HAY QUE APRENDER!

"Os aseguro que es una bendición estar junto a un moribundo. La muerte no tiene por qué ser una experiencia triste y desagradable. Por el contrario, permite sentir amor y muchas cosas maravillosas. Si fuéramos capaces de transmitir lo que aprendemos sobre la muerte a nuestros hijos y conocidos, quizás el mundo volvería a convertirse en un paraíso. Creo que éste es el momento de empezar".
- Elisabeth Kübler-Ross -

Empiezo celebrando la vida con quien la disfrutó plenamente..

Para mis amigas que están viviendo este momento, para aquellos que no conozco y que atraviesan, emocionalmente, el mismo proceso. Para aquellos que lo han experimentado, va este mensaje lleno de consuelo y esperanza.
“De todas las situaciones por las que pasan los seres vivos solo una ocurre en el cien por cien de los casos: “la muerte”.
Siendo una cifra tan abrumadora parecería aconsejable que el ser humano profundizara en su conocimiento y que incluso se implantara como asignatura desde la escuela primaria hasta la universidad y resulta ser todo lo contrario, verdad?
El tema apenas se toca, se corta la conversación si alguien la saca a colación, pone los pelos de punta, urge tocar madera, se miente a los niños,...incluso al máximo interesado, el moribundo, alegando supuestos beneficios que esta demostrado estadísticamente son irreales y no corresponden con los testimonios de los que han tenido la fortuna de estar acompañados por personas compasivas a las que comunicar sus sentimientos en estos delicados momentos finales.
Es el propósito de este blog…pretender exponer un enfoque diferente, compartir desde otras visiones que el ser humano ha dado al “saber morir” .Un aporte que se puede convertir en gran montaña si lo enriquecemos con la aportación de todos los interesados en colaborar, ampliar datos, modificarlos o dar su opinión.
Todas ellas serán bien recibidas mientras respeten a las demás. Palabras como “verdad”, “mentira”, “cierto”, “falso” y similares desorientan, descolocan, descalifican. Respetar, escuchar, comprender, no sé si aceptar, solo reconocer que “existe otra mirada” y eso nos puede ayudar tanto.
No obstante me abro a recibir, tomar algunos puntos de vista que aportan otras filosofías al tema, es así como he aprendido….he sumado, integrado.

En cualquier caso, algo está cambiando y cada vez son más numerosos los servicios de medicina paliativa, centros de ayuda, que tímidamente existen, y es por lo mismo, el temor de manifestar que trabajar el tema tabú, como he dicho tantas veces..

Se trata de aprender a “morir consciente” para lo cual es imprescindible haber aprendido a “vivir consciente”, esto es desarrollar todas las cualidades humanas.

En palabras de Duplessis-Mornay: “Para morir bienaventurado a vivir hay que aprender. Para vivir bienaventurado a morir hay que aprender”.
-Del Bien Morir -

sábado, mayo 19, 2007

EL TEMOR DE MORIR

Conozco al Dr. Carvajal, médico colombiano que a través de la Sintergética da una mirada nueva a la medicina actual. El ser humano tratado holísticamente:cuerpo, mente espíritu. La enfermedad es la manifestacion, es consecuencia de algo que está en des-armonía con nosotros, la Sintergética te lleva a buscar la causa y sanar desde ahí, de tu emocionar, de tu campo mental y etérico.
Este artículo, el temor de morir, me ha sido enviado a mi correo para ser posteado en este blog. Agradezco a Sintergética por este envío.
Dos emociones básicas dan colorido a nuestra vida: el amor y el temor. Así como la ausencia de la luz genera la sombra, la falta de amor es la madre del temor. El amor afianza al interior la confianza, de la que nace el sentimiento de seguridad. En esta seguridad nos autoafirmamos, nos reconocemos, nos amamos.
En el amor, las emociones destructivas se disuelven: con una pizca de ese amor, que en nuestro corazón es alegría, ninguna emoción se queda retenida, y por la misma razón no asume características destructivas. El temor puede ser el de perder, el de no dar la medida, el de no ser queridos. Todas esas variedades de temor están relacionados con un temor mayor: el miedo de morir. Sin embargo, la posibilidad de morir con alegría, esa muerte digna de quien vive el final de sus días como un nuevo amanecer, nos lleva a replantearnos la creencia de la muerte como el final de la vida. Se muere el cuerpo, es cierto, pero cuando reducimos la vida a la dimensión del cuerpo, terminamos creyendo que al morir el cuerpo se acaba la vida.

Y es que el miedo de morir, que es el padre de todos los temores, parte de esa confusión de la vida con el cuerpo. Sería sin embargo absurdo, que más de quince mil millones de años de evolución terminen para nosotros cuando muera nuestro cuerpo.

En una óptica religiosa se considera la continuidad de cada vida en la gran corriente de la Vida Una. Si sólo pudiéramos vislumbrar que la conciencia trasciende al cuerpo - como lo intuimos por los relatos de aquellos que han sobrevivido a la experiencia de una muerte clínica - cambiaría nuestra cultura de la muerte y se llenaría de un sentido trascendente nuestra vida.

Si ya no existe esa muerte concebida como un final, eso que hoy creemos que es la muerte, sería sólo la desaparición de la forma o la apariencia. Es como si la vida entonces fuera el viaje de la conciencia. El hecho de confundir la vida con el cuerpo nos ha llevado a confundir el músico con su instrumento. Lo cierto es que el espíritu es música, el alma es el músico y el cuerpo el instrumento. Cuando se destruye el instrumento, no desaparece el músico ni la música, aunque ya no los podamos escuchar.

La principal estrategia para vencer el miedo de morir es saber de veras, que la vida no termina, que a la vida no se le puede poner precio, que para vivir no es necesario agotar la copa del placer hasta el dolor, y que el amor no se acaba con el cuerpo, porque el viaje del espíritu que nos habita es un viaje eterno.

Comprender científicamente la muerte cambiaría nuestra vida de tal forma, que incluiríamos la muerte, al igual que el éxito y el fracaso, en el presupuesto de nuestra existencia. Otra cultura de la muerte nos haría a todos comprender que no se mata la vida porque la vida no es el cuerpo. Si supiéramos de veras que la vida es mucho más que un cuerpo no le pondríamos precio, no existirían ni chantajes, ni extorsiones, ni secuestros. No lucharíamos tanto contra la enfermedad y aprenderíamos sus lecciones, para sanarnos desde adentro. Si supiéramos que este cuerpo es un precioso instrumento del alma en su tarea de aprendizaje, de seguro que estaríamos más contentos disfrutando de él como el viajero que disfruta de la embarcación en que navega por el océano de la creación.

Admitir que la vida es sólo una consecuencia de un cierto ordenamiento crítico de moléculas, es como creer que las personas que vemos en la pantalla del televisor son sólo consecuencia de los cristales líquidos o del movimiento de los electrones. Existe alguien que por nuestros ojos mira, alguien que nos habita y toma posesión de nuestro cuerpo cuando nacemos, alguien que emprende el viaje de regreso cuando morimos: es el Alma, el músico, el intérprete de ese precioso instrumento que es el cuerpo. Vivida desde el alma, la muerte no es nada más que una transición, el proceso a través del cual la crisálida va naciendo al despliegue de sus alas.

Dr Jorge Carvajal L

domingo, mayo 13, 2007

MADRE..SIN MAS COMENTARIOS!

Estés donde estés sé que bailarás esto, te honro y bendigo madre y maestra mía!



Ven para acá, me dijo dulcemente
mi madre cierto día;
(aún parece que escucho en el ambiente
de su voz la celeste melodía).
Ven, y dime qué causas tan extrañas
te arrancan esa lágrima, hijo mío,
que cuelga de tus trémulas pestañas,
como gota cuajada de rocío.
Tú tienes una pena y me la ocultas.
¿No sabes que la madre más sencilla
sabe leer en el alma de sus hijos
como tú en la cartilla?
¿Quieres que te adivine lo que sientes?
Ven para acá, pilluelo,
que con un par de besos en la frente
disiparé las nubes de tu cielo.
Yo prorrumpí a llorar. Nada, le dije;
la causa de mis lágrimas ignoro,
pero de vez en cuando se me oprime
el corazón, y lloro.
Ella inclinó la frente, pensativa,
se turbó su pupila,
y, enjugando sus ojos y los míos,
me dijo más tranquila:
- Llama siempre a tu madre cuando sufras,
que vendrá, muerta o viva;
si está en el mundo, a compartir tus penas,
y si no, a consolarte desde arriba...
Y lo hago así cuando la suerte ruda,
como hoy, perturba de mi hogar la calma:
¡Invoco el nombre de mi madre amada,
y, entonces, siento que se ensancha el alma!
Olegario Víctor Andrade
(1839-1882)

jueves, mayo 03, 2007

CONSTELACIONES FAMILIARES: UN "RE-NACER"


“La mitad de tu Ser consiste en tu madre y la mitad de tu Ser consiste en tu padre. Tú estas aquí por ellos. Todo lo que te está ocurriendo es, en cierto modo, por ellos”.
OSHO

Por fin inicié mi experiencia con las Constelaciones Familiares!
Qué es una Constelación?
“Etimológicamente conocemos por constelación un conjunto de estrellas que forman parte de un sistema dinámico y en continua interacción y evolución y que forman una imagen.
Analógicamente los seres humanos formamos parte de constelaciones que parten por ser familiares para ampliarse a otros grupos humanos.
Las constelaciones se rigen por leyes naturales, familiares, sociales y espirituales que condicionan su funcionamiento.
El trabajo de constelaciones familiares es un método terapéutico fenomenológico que se aplica a nivel individual o grupal y que busca restablecer "El orden del amor" en los sistemas humanos”- dice la doctora Sra. Elizabeth Corredor Mejía, especializada en Sintergética y Formación integral en psicoterapias y Constelaciones Familiares.

Bert Hellinger
descubrió que la familia es un sistema, y que los “desórdenes”, llamadas “situaciones problemas” con algún miembro de ella, repercuten en ese sistema. Es como cuando te pinchas un dedo, verás como este dedo con esa pequeña herida repercute en todo tu cuerpo, verdad?. Cuando el hígado no funciona bien, se complica el “sistema digestivo” y puede involucrar a otros órganos, te das cuenta?
Bueno, eso mismo sucede al interior de una familia. Solo lo quise graficar para hacerlo mas comprensible.
En una constelación, mágicamente, aparecen situaciones que te permiten ver el origen del conflicto, y eso es lo maravilloso del asunto. Se trabaja en el campo morfogenerativo. Las energías de los personajes se hacen presentes: método terapéutico fenomenológico, decía anteriormente.
La buena noticia, ¡comenzó la sanación grupal!, una forma de limpieza planetaria. Cada sanación, es limpieza para el sistema, y todo funcionará desde lo esencial: EL AMOR.
Al limpiar nuestras emociones estamos sanando nosotros mismos, nuestro sistema inmunológico…limpiamos todo cuanto nos rodea, nuestra actitud es otra: re-nacemos,morimos a un situacion dolorosa,lo ves?..y volvemos a nacer en armonía con el Sistema.
Entonces, una vez más te recuerdo: ¡para vivir tenemos que morir a lo que nos tenía agobiados, enfermos! lo hacemos a cada instante ¡Por favor date cuenta de ello!


“Hoy es un buen día para vivir y también para morir”