sábado, julio 16, 2011

NI SOMBRAS








Lo ridículo es no parar de hablar de la muerte, de la que lo único que sabemos es que es y está. La muerte no existe, me digo muchas veces, recordando la de cada uno, la de todos ellos: simplemente se deja de vivir. No hay una "Dama del alba", ni un Segador de Guadaña, ni un jugador de ajedrez; ni ese ángel que esculpen sobre algunas tumbas con el dedo puesto sobre lo labios. Pide silencio. No le hagamos caso: es solo un mármol hecho por un hombre y una superstición. No queremos callarnos... No hay Mas Allá, no hay fantasmas, ni sombras ni nada. Ni Infierno, ni Juicio Final, que son un par de horribles canalladas para atarnos al miedo... No hay ni siquiera ese "se" impersonal. La Nada, que es una imaginación, tan absurda como el Todo.