DIA DE TODOS LOS SANTOS - 1

QUE SABES SOBRE LA MUERTE??

NO SE TRATA DE "CREER", SINO DE "SABER"

Así, como al nacer se necesita de un equipo médico, el obstetra, la matrona, el neonatólogo, anestesista, enfermera, etc, del mismo modo en nuestro último momento también se precisa de personas que ayuden al “viajero” en su último viaje…. Es mi oficio...

El sabio maestro budista, Padmasambhava decía: "Quienes creen que disponen de mucho tiempo, sólo se preparan en el momento de la muerte. Entonces los desgarra el arrepentimiento. Pero, ¿no es ya demasiado tarde?".
En este sentido creo que la pregunta que todos y cada uno de
nosotros es ¿Qué sé sobre la muerte?".

Mi experiencia me dice que poco o prácticamente nada. El tema siempre se ha evadido. Lo más próximo a lo que hemos tenido acceso se denomina "experiencias cercanas a la muerte".

Contamos con dos certezas irrefutables: que es absolutamente cierto que habremos de morir y que es absolutamente incierto cuándo y cómo.

Vivimos este recorrido creyendo que somos inmortales. Y somos finitos, de que este cuerpo y todas las cosas que tenemos lo son. Nuestra materia se descompondrá y no quedará nada de nosotros que nuestros seres puedan ver, oír, sentir, oler o acariciar.

Cuando tú observas una persona fallecida, te das cuenta que sólo está su cuerpo, que es materia, que ese hálito de vida que la animaba, esa energía que hacía posible el brillo en sus ojos al mirarte ya no está ahí, se ha ido, simplemente parece haber desaparecido... sin embargo he aprendido que la energía nunca se crea ni se destruye, simplemente se transforma.

Vivimos rodeados de muerte y la Naturaleza no parece excesivamente preocupada por ello, ni verás que se vista de luto. Mueren los días, las noches, el trigo, estrellas, las tormentas, los bancos de peces... Y todo ello sólo provoca más vida. Morir, no es otra cosa que "mudarse de casa" y con la tranquilidad que supone no tener que cargar en la mudanza con todos lo muebles.

Lo peor de la muerte no es la muerte, sino el no pensar en ella."

La experiencia de morir es casi idéntica a la experiencia del nacimiento. Es el nacer a una forma diferente de existencia, la cual puede ser probada de forma muy simple. “Por miles de años te hicieron CREER en las cosas del más allá. Sin embargo para mí, ya no se trata de CREER, sino de SABER, nos decía Elizabeth Kübler-Ross.

La noche es un anuncio del amanecer, la muerte de la flor es un preámbulo al nacimiento del fruto, la semilla es enterrada y se desgarra en dos para crear un hermoso árbol, los ríos mueren en el mar pero pronostican futuras lluvias... todo en la naturaleza es ciclíco, no existe la muerte definitiva.

Cuando leí el libro "La rueda de la vida" de la doctora Elisabeth Kübler Ross comentaba que se sorprendió al conocer que en los barracones de los campos de concentración nazis, lo niños más pequeños, ajenos a toda creencia y sin otra forma de poder expresarse, pintaban en las paredes mariposas, esos niños de forma instintiva no creían en su fin, sino que como las orugas se verían convertidos en hermosas mariposas tras su muerte. Esto impactó mucho a la doctora Kübler-Ross, que dedicó toda su vida a divulgar otra forma de percibir y tratar la muerte y convirtió la mariposa de estos pequeños, en el símbolo de su trabajo.

Decía: "Los niños lo saben intuitivamente; si no les contagiamos nuestros miedos y nuestro dolor, ellos tienen la capacidad de enseñarnos muchas cosas."

Continuará…