PUTRE, VIAJE DEL ADIOS

Hace algo más de una semana que una tragedia enlutó a mi país.
En la tarde del viernes 29 de agosto, alguien leyó en internet que había un accidente cerca de Putre, (norte del país) que había muertos, que era un viaje de estudios del Colegio "Cumbres", que todavía no se sabía nada más.
El fatal accidente de Putre, donde murieron nueve jóvenes de 16 años del colegio “Cumbres” que se encontraban de viaje de estudios, y varias quedaron heridas. Era todo un curso finalizando el año escolar. El bus perdió el control en una curva. Testigos que venían detrás del bus, se sorprendieron de ver a la distancia una enorme columna de polvo tupido que interrumpía dramáticamente el horizonte de colores castaños y pacíficos.
Eran las tres de la tarde.
Jóvenes de 16 años!!, Chicas preciosas y llenas de vida! Estuvieron durante 10 dias disfrutando y recorriendo el norte de nuestro país y solo les quedaba un día para regresar.
Por qué pasó?? Para qué pasó? Y asi surgirán muchas preguntas más… No tengo las respuestas… sólo puedo comprender que ellas disfrutaron plenamente, compartieron, rieron, bailaron y vivieron en camaradería intensamente hasta el último aliento. Y con esa imagen me quedo.
La muerte las cogió de la mano en gozo!..Es el misterio de la vida.

La principal estrategia para vencer el miedo de morir es saber de veras, que la vida no termina, que a la vida no se le puede poner precio, que para vivir no es necesario agotar la copa del placer hasta el dolor, y que el amor no se acaba con el cuerpo, porque el viaje del espíritu que nos habita es un viaje eterno. Comprender, centíficamente, la muerte cambiaría nuestra vida de tal forma, que incluiríamos la muerte, al igual que el éxito y el fracaso, en el presupuesto de nuestra existencia. Otra cultura de la muerte nos haría a todos comprender que no se mata la vida porque la vida no es el cuerpo. Si supiéramos de veras que la vida es mucho más que un cuerpo no le pondríamos precio, no existirían ni chantajes, ni extorsiones, ni secuestros. No lucharíamos tanto contra la enfermedad y aprenderíamos sus lecciones, para sanarnos desde adentro. Si supiéramos que este cuerpo es un precioso instrumento del alma en su tarea de aprendizaje, de seguro que estaríamos más contentos disfrutando de él como el viajero que disfruta de la embarcación en que navega por el océano de la creación.
Admitir que la vida es sólo una consecuencia de un cierto ordenamiento crítico de moléculas, es como creer que las personas que vemos en la pantalla del televisor son sólo consecuencia de los cristales líquidos o del movimiento de los electrones. Existe alguien que por nuestros ojos mira, alguien que nos habita y toma posesión de nuestro cuerpo cuando nacemos, alguien que emprende el viaje de regreso cuando morimos: es el Alma, el músico, el intérprete de ese precioso instrumento que es el cuerpo. Vivida desde el alma, la muerte no es nada más que una transición, el proceso a través del cual la crisálida va naciendo al despliegue de sus alas.

"La plenitud de mi vida:
el vino dulce de los días de otoño y las noche de verano
mi modesto tesoro recogido a lo largo de los años
y horas colmadas de vida
Ese será mi regalo
Cuando la muerte toque a mi puerta"
- TAGORE -