sábado, julio 28, 2012

SÉ COMO UN MUERTO


Era un venerable maestro. En sus ojos había un reconfortante destello de paz permanente. Sólo tenía un discípulo, al que paulatinamente iba impartiendo la enseñanza mística. El cielo se había teñido de una hermosa tonalidad de naranja-oro, cuando el maestro se dirigió al discípulo y le ordenó:
 -- Querido mío, mi muy querido, acércate al cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos.
El discípulo caminó hasta un cementerio cercano. El silencio era
sobrecogedor. Quebró la apacible atmósfera del lugar gritando toda
clase de elogios a los muertos. Después regresó junto a su maestro.
  --¿Qué te respondieron los muertos? -preguntó el maestro.
  --Nada dijeron.
  --En ese caso, mi muy querido amigo, vuelve al cementerio y lanza
toda suerte de insultos a los muertos.
  El discípulo regresó hasta el silente cementerio. A pleno pulmón,
comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos.
Después de unos minutos, volvió junto al maestro, que le preguntó al
instante:
  --¿Qué te han respondido los muertos?
  --De nuevo nada dijeron -repuso el discípulo.
  Y el maestro concluyó:
Así debes ser tú: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de los otros.



El Maestro dice: 
Quien hoy te halaga, mañana te puede insultar y quien hoy te insulta, mañana te puede halagar. No seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos. Permanece en ti mismo más allá de unos y de otros.



Cuentos recompilados de Ramiro Calle


Aprende a vivir y sabrás morir
Confucio (filósofo chino)




6 comentarios:

Alimontero dijo...

Una parte nuestra se envanece ante los halagos, y la otra se frustra ante los improperios, salvo aquéllos que viven desde SU CENTRO, estando en meditación pueden lograr este "objetivo".
Meditar a primera hora en las mañanas y a última hora en las noches.

Un espacio a nuestro mundo interno es lo que nos enriquece y nos permite reconocer nuestro auténtico valor ante nosotros mismos.

Un abrazo y feliz semana!!

Ali

M. J. Verdú dijo...

Totalmente cierto, la vida va y viene y así también los comentariso de la gente que hoy te dan la espalda y mañana te apoyan o a la inversa. Si uno sabe estar en su centro de apoyo interior nunca precisará de la aprobación de los demás y no se dejará afectar por comentarios no amables.

Gran texto el que nos recomiendas. Ramiro Calle es uno de mis favoritos

J.Eugenia Mares dijo...

Excelente entrada con mucho para a reflexionar. mi gratitud a ti por lo que nos compartes.
un abrazo y mi saludo. con mucha luz para ti.

MAR dijo...

Y morir para renacer a cada momento.
Me gusta esto APRENDE A VIVIR Y SABRAS MORIR.
Mis cariños para ti, (muy buen post).
mar

Olga i Carles (http://bellesaharmonia.blogspot.com dijo...

Una gran verdad.
A tientas por el camino andamos y un día llegaremos a la cima siendo la DISCOPLINA nuestro SOL.



Graci9as.
Un fuerte abrazo.

M. J. Verdú dijo...

Totalmente de acuerdo, insulto y halago deben ser objeto de indiferencia y desapego