Érase una vez unas ranas que iban atravesando un bosque y dos de ellas cayeron en un hoyo bastante hondo. El resto de las ranas se reunieron alrededor de él. Cuando vieron que éste era muy profundo, les dijeron a las dos ranas que se dieran por muertas.
Las dos ranas ignoraron los comentarios y trataron de saltar con todas sus fuerzas para salir del hoyo. Las demás ranas siguieron diciéndoles que se detuvieran, que se dieran por muertas.
Finalmente, una de las ranas hizo caso a lo que las otras ranas estaban diciendo y se dio por vencida. Se dejó caer al suelo y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como pudo.
De nuevo el grupo de ranas le gritó a la otra rana que no sufriera intentando salir y que mejor se dejara morir. Pero la rana saltaba más y más fuerte y finalmente logró salir. Resultó que esa rana era sorda y no le era posible oír el consejo de las demás. En todo momento pensó que sus compañeras la estaban animando para que saliera.
La palabra tiene el poder de la vida y de la muerte: Una palabra de aliento a alguien que está pasando por un mal momento puede reanimarlo y ayudarlo a salir adelante, pero una palabra destructiva para esa misma persona puede ser lo único que se necesite para matarlo. Nuestras palabras deberían ser siempre de aliento para todos aquellos que se cruzan en nuestro camino. A veces es difícil entender que una palabra pueda hacer tanto por alguien. Así que de ahora en adelante, reflexionemos lo que vamos a decir.
Este cuento se explica a los niños de la India para enseñarles el poder de las buenas palabras en la amistad.
Gracias Manu!
18 comentarios:
"La palabra obra lo que expresa. Es como una espada de doble filo que corta en nosotros las nubosidades interiores"
Reflexionemos lo que vamos a decir y meditemos en nuestra palabra mi querida Ali, una vez abierta la boca no hay vuelta atrás, sobre todo cuando lo que sale son negatividades.
Excelente post, como siempre.
Mis palabras para tí mi querida amiga son: Gracias, muchísimas gracias por tus palabras en mi espacio, llenan mi alma de ternura y me confirman que el camino escogido es el que mi espíritu está deseando.
Te abrazo con amor
Silvia
Un cuento con una moraleja muy buena, pero dime Ali, querida amiga, si las ranas solo saben decir cro-cro, aunque la rana no fuese sorda ¿como sabría si la estaban animando o diciéndole "date por muerta"?.
Es una broma ¿eh?.
Un beso muy grande
Efectivamente Ali, la palabra ha de ser siempre para alentar. Pienso que la rana sorda, además de creer que las otras la animaban, escuchó su voz interior. Eso debemos hacer los humanos, escuchar nuestra voz interior, lo que ocurre es que a veces nos da miedo de lo que nos dice. Un abrazo.
Saludos cordiales.
Ali.
¡Maravilloso!
Atentamente
Erick Bojorque
Gracias por compartir!
Abrazos
Beatriz
QUE LINDO!!!!!!
Me emociono mucho, es verdad estamos bombardeados por palabras de desaliento en vez de ánimo y alegría, la rana sorda tenía un corazón ilusionado porque siempre pensó positivo ...que todos la querían ayudar eso debemos hacer....rodearnos de gente que nos quiera para bien.
Mis cariños para ti, lo mejor de la vida Y PRECIOSO POST.
mar
Hola Ali
Conocía la historia aunque contada de otra manera. Como dice la fábula, debemos hacer lo que sentimos que debemos hacer sin que lo que opinen los demás haga mella en nosotros.
Besotes.
Me gusta el cambio!!! besos
Queridas amigas y amigos, SILVIA (2), ISABEL, "MIS LETRAS", ERICK, BEATRIZ, MAR, MANDALAS les agradezco sus comentarios, cercanía y empatía con esta entrada. ;-)
Que tengan una buenísima semana!
Ali
p.d. Si Silvia, a mi tbn me gusta...,-)
Sin duda es así,
la palabra tiene poder
y por eso
el Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros...
Paz&Amor
Isaac
"A la edad de 7 años ya era consciente que ninguna palabra (humana)podía tocarme" F. Nietzsche
Hola!!
Amiga de la cibernética, como estas??? Tanto tiempo sin verte…seguro que te encantara lo que hace Rosa.
Que tengas una buena semana, te dejo un abrazo de oso.
QUé percioso!
no tengo palabras!un abrazo!
He llegado aqui por el título, y porque he perdido las ganas de vivir, he tirado la toalla, cobarde, rota y deshecha.
En silencio he perdido un amor que ardía y ahora ni tan siquiera calienta en mi pecho, y en el suyo imagino que será solo cenizas esparcidas.
Sería más facil tirar la toalla, pero he decidido que aú n puedo ser la protagonista de mi vida y por ende ser feliz, y es por eso que busco y rebusco palabras de vida, porque las de destrucción, me han llevado a la muerte.
gracias por el cuento, no se me olvidará...
Bello cuento e inspiradora reflexión
Buenísimo el cuento Alicia!!! Genial, me encantó. El poder de las palabras es impresionante. Me quedo con la duda de si aveces no será mejor estar totalmente sordo y seguir adelante con tu cuento hasta salvarte.
Si pienso en los estudiantes que están luchando por sus ideales y a simple vista se nota que están bastante sordos...
Cariños
Gracias por recordármelo! Este y el de las dos ranitas que una termina convirtiendo la lech en manteca y se salva, se los cuento siempre a los chicos. Ojalá se les incruste en el alma...
Excelente. Gracias por compartirlo.
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