lunes, mayo 22, 2006

¿Qué sabemos de la muerte?


En esta ocasión Ramiro Calle escribe acerca de la muerte.

"Sabemos algunas cosas muy ciertas sobre la muerte en sí:
- Es segura
- Es irreparable
- Es hoy y no mañana cuando se produce- Es imprevisible - Se muere en soledad, aunque muchas personas permanezcan al lado del que fallece- Nadie puede morir por otro.¿Hemos reflexionado, alguna vez, sobre estas características de la muerte y las hemos dado por más que sabidas? Si realmente tuviéramos lúcida consciencia de que no sólo mueren los otros, sino que también la muerte nos alcanzará de forma irremisible, estaríamos menos afincados en nuestro narcisismo y autosuficiencia, no nos extraviaríamos tanto en vacíos apegos, ni nos permitiríamos estúpidos estados de ánimo. Al contrario, amaríamos un poco más cada instante de vida, descubriendo su grandeza e inmensidad. Si experimentáramos a nivel profundo y revelador (no meramente intelectual) que hemos de morir, concederíamos mayor importancia a lo que realmente tiene valor y no nos perderíamos en tantas insignificancias y trivialidades. Mejoraríamos, sin duda, nuestras relaciones internas y externas, y enfocaríamos la muerte no con pavor o desesperación, sino como un medio para potenciar el vivir cotidiano, expandirnos y ganar la quietud interior.”

Ahora es que me hago la siguiente reflexión ¿cuántas veces hemos escuchados decir ante un diagnóstico de cáncer u otra grave enfermedad, que aprovecharía más el tiempo para sí mismo, para la familia, disfrutar un libro, o la compañía de ese amigo, o correr por el pasto, decir “te quiero” mas seguido y a contemplar la naturaleza?
¿Qué pasa con nosotros, los que permanecemos y acompañamos?

Permanecí junto a mi gran amiga Yone en esta experiencia. En este momento se requiere más que nunca la cercanía, el diálogo, la compañía. El apoyo emocional y la comunicación. Precisamente por ser algo que nos atañe como individuos, necesitamos estar rodeados de afecto. Para mí fue un honor, un privilegio.

Tuvo la experiencia del apego familiar, sus hijos, sus nietos. Vivió la vulnerabilidad de una separación y sus consecuencias. Todo junto. Nunca la vi con la rabia propia de quien recibe la noticia. Aprovechó todos los momentos que tuvo. Estuvo consigo misma, con otros, congregó en amor y perdón. Conversamos, como nunca antes, acerca de lo humano y de lo divino. Me di cuenta que hasta yo percibí el mundo diferente desde su perspectiva. Gran regalo, fuerte experiencia. Llegó a sentirse una privilegiada al saber la fecha de su fin por esta vida “sé que la muerte esta cerca de mí, es mi ventaja en relación a muchos”: tengo tiempo, el necesario- fueron sus palabras. Y lo tuvo…

Mi pregunta, ¿que harías tú ante esta noticia?


HOY ES UN BUEN DIA PARA VIVIR, PERO TAMBIEN PARA MORIR.

jueves, mayo 11, 2006

¿Me permites hablarte de la muerte?


Transcribiré por parte un texto de Barry Long, con el propósito de acercarte, amigablemente, a un tema, que en general evadimos, ya sea por temor o ignorancia: la muerte.

Espero que sea de utilidad para entenderla mejor y así vivir, intensamente, la vida.
” ¿Me permites hablarte de la muerte? ¿Me permites que te muestre, mientras vas leyendo, que yo comprendo la muerte y que, tal vez te ayude a entenderla y a no temerle cuando llegue el momento? ¿Me permites que te diga cómo sobreponerte al desconsuelo por la muerte de las personas que amas y cómo tú y el hombre o la mujer que más amas puede inmortalizar su amor ahora mientras viven para que la muerte no los separe? ¿Me permites que te diga qué es lo que pasa después de la muerte y mientras tu cuerpo está muriendo? ¿Me permitirás llegar al punto de decirte cómo morir? Porque hay un arte de morir, y la muerte no es algo que pasa mañana: cuando la muerte llega es siempre hoy. No te pido que creas lo que voy a decir, sólo te pido que leas sin depender de otra cosa que de tu buen sentido y de tu parte más verdadera y más real. Dado que en nuestro mundo moderno rara vez se habla de la muerte con alguna realidad, mucho de lo que voy a decir puede sonarte nuevo y no familiar, así que tómate tu tiempo, date el espacio y el silencio para absorberlo lentamente. También ten en cuenta por favor, que la razón por la que estás leyendo es que no entiendes la muerte. Voy a decirte todo acerca de la muerte, comenzando por el principio: qué es la muerte, por qué le tememos y dónde comienza la terrible confusión y la falta de entendimiento. Entonces, si permites que tu mente reaccione con lo que piensas que es la muerte, o lo que crees que es, estarás tratando de decir lo que no entiendes y te perderás lo esencial “.

¿Por qué llegué a esto? Les cuento.
Recuerdo que de pequeña este tema para mi más bien algo curioso, y ya siendo adulta pensé, ¿qué voy hacer cuando mi padre muera? Mi relación con él siempre fue muy cercana. Mi imaginación ilimitada se la debo a él, siempre con sus cuentos infantiles inventados, increíbles, todo para hacernos “bien dormir”. El fue un mago en todo sentido. Mi cómplice en muchas aventuras. Entonces… ¿cómo sería para mí sobrellevar esta ausencia? Por eso es que este tema me tocó el alma. ¿qué pasó entonces? Apareció esa amiga que llega justo a tiempo cuando la necesitas, y me recomienda el libro “La Rueda de la Vida”, de la escritora Elizabeth Kübler-Ross, autobiografía de esta médico siquiatra que dedicó su vida a los enfermos terminales y moribundos. Ella decía que estos pacientes tienen tanto que entregar, tanto que compartir, y en cambio, son aislados, dejados en frías salas y solos. Si todos supiéramos esto, ¿cuántos de nuestros familiares morirían en sus casas, rodeados de sus seres más queridos?. Volver al entorno familiar, ser acompañados y permanecer junto a ellos, es el secreto de un bien morir.
El entender lo que la muerte significa, las prodigiosas posibilidades que ella encierra, que en realidad estamos muriendo a cada instante, que cambiamos sin cesar y que a cada instante renacemos, que la muerte viene a ser simplemente el exacto resultado de toda nuestra vida, que morimos como hemos vivido, todo esto hace que la muerte cese de estar desprovista de sentido y que la vida tenga un sentido más trascendente, por lo tanto vivirla intensamente.

¿Saben que una vez al año cambiamos el 80% de nuestras células?